Si alguna vez has sufrido de insomnio, especialmente durante un largo período de tiempo, sabes lo desesperante que puede llegar a ser.
No sólo es que no seas capaz de dormir, también es que tienes la sensación de que no eres normal, porque no puedes descansar mientras que el resto sí lo hacen; sentirte sin energía durante el día, sentirte cansada y agotada y no ser capaz de descansar, de nuevo una y otra vez.
Noche tras noche vuelve la inquietud y el nerviosismo porque se vuelve a repetir esa sensación de no poder dormir, aunque estés completamente exhausta.
Un tercio de la población española sufre algún trastorno del sueño, según la Sociedad Española del Sueño y la mayoría de esas personas recurre a tomar pastillas para poder dormir.
Lamentablemente estos fármacos no ayudan a recuperar el ciclo de sueño normal, ni a descansar y con el tiempo, el efecto de inducir el sueño se va perdiendo.
Lo que hoy quiero contarte es que el insomnio es un síntoma de otra cosa, no es un trastorno aislado, es la consecuencia de algo mucho más importante que te está pasando en tu vida. Según la medicina china, junto al insomnio, siempre hay algún otro factor que está creando el desequilibrio en primer lugar.
Hoy quiero hablarte de 5 tipos de trastorno del sueño:
1. Tienes dificultad para iniciar el sueño, pero una vez iniciado, duermes placenteramente.
Este tipo de insomnio implica “falta de sangre”, ya sea directa o indirectamente.
Directamente significa que la falta de sangre corresponde a una anemia causada por la excesiva pérdida de sangre o a que tu cuerpo no produce la suficiente, debido a que no absorbes los suficientes nutrientes.
El caso indirecto de falta de sangre existe sólo según la medicina china, pero no según la medicina occidental. Por ejemplo: puedes experimentar mareos, visión borrosa e insomnio, y tus análisis de sangre estar perfectamente, según los niveles establecidos. Por el contrario, según la medicina china, tu cuerpo no está distribuyendo la sangre lo suficientemente bien como para que tu cuerpo se sienta nutrido.
Mejorar la alimentación incrementando los alimentos rojos, amarillos y naranjas, ayudará a mejorar la situación.
2. Dificultad de iniciar el sueño, boca pastosa, eructas mucho y tienes ligero dolor de estómago o pesadez.
Este tipo de insomnio es causado por la retención de comida, la no completa digestión de la cena antes de ir a la cama, comer en exceso, etc. Se puede resolver fácilmente comiendo antes, con una cena más ligera.
Puedes realizar un masaje con tus manos con movimientos descendentes desde la zona del esternón hasta el ombligo, durante unos minutos…¡es muy eficaz!
3. Dificultad de iniciar el sueño y además sueñas mucho, tienes pesadillas, tienes calor y te mueves continuamente y sientes agitación.
Este tipo puede estar relacionado con una cantidad excesiva de frustración, enfado o estrés en tu vida. Este exceso provoca el aumento del yang, lo que conduce a un desequilibrio que genera una actividad excesiva en la parte superior del cuerpo y a un incremento de la sensación de calor. Por lo que no logras descansar ni tu cuerpo ni tu mente y en consecuencia la incapacidad para conciliar el sueño y permanecer dormida.
Si te encuentras en este caso es importante que comiences a observarte, a cuidarte y a dedicarte el tiempo que te mereces.
Realizar Qigong, yoga y/o meditación, aprender a gestionar tus emociones, todo ello combinado con una alimentación adecuada será la clave para recuperar la calidad de tu sueño y por tanto la calidad de tu vida.
4. Te duermes con facilidad, pero te despiertas a menudo durante la noche y no puedes permanecer en la cama.
¿Te automedicas? ¿Has tomado muchos antibióticos? O ¿Te has curado mal un resfriado? Las respuestas pueden darte pistas de por dónde van los tiros. Este tipo de insomnio suele venir porque en tu cuerpo aún permanece “calor residual” y se instala en la zona del diafragma no permitiéndote descansar, ni respirar bien y por tanto estarás muy irritable.
Lo más eficaz es utilizar fitoterapia, pero para poder tomarla te la ha de recetar un especialista de Medicina Tradicional China.
5. Te duermes pronto, pero te despiertas de madrugada y ya no puedes dormir más.
Además, esta casuística se acompaña de un sueño muy ligero, en el que sueñas bastante. Si padeces este tipo de insomnio eres una persona con propensión a asustarte, retraída, que le cuesta tener iniciativa…¿es así?, pues la medicina china dice que sufres de este tipo de insomnio por tener la vesícula biliar “tímida”.
Estimular los puntos del cuerpo 7C Shenmen y 40VB Qiuxu, mediante moxa o masaje mejorará tu situación.
Otros motivos que pueden favorecer la aparición de insomnio son:
• Sudar demasiado, especialmente durante las estaciones durante las cuales sudar se debe evitar (por ejemplo en invierno)
• Consumo elevado de alcohol
• Comer demasiados alimentos picantes
• Menstruaciones abundantes, partos múltiples
• No hidratarse correctamente o lo suficiente
• No relajarse lo suficiente, exceso de trabajo, pensar demasiado, concentrarse en exceso o preocuparse a menudo
• No digerir adecuadamente las comidas, no comer lo suficiente, comer rápidamente o mientras se realizan otras actividades
• Ambientes hostiles o condiciones de abuso y presiones sociales
• Dolor, tristeza o llanto excesivo
• Traumas
• Vivir demasiado rápido.
Puede resultarte difícil saber la causa de su insomnio, especialmente si la causa es una mezcla y te ves en varias de estas casuísticas. Sin embargo, puedes tomar medidas para cambiar tus hábitos de vida con el fin de evitar nuevos desequilibrios relacionados con el insomnio.Como resumen te dejo:
7 consejos para que puedas mejorar la calidad de tu sueño
1. Mantén una dieta equilibrada y revisa cómo es tu actitud frente a los alimentos.
2. Evita cenas copiosas y tardías.
3. Gestiona tus emociones diarias: de ti depende cómo te afectan las cosas que te suceden.
4. Descansar y respirar tranquilamente de manera consciente mientras conduces al trabajo, en un atasco, esperando tu turno en una cola, comiendo, escuchando a alguien que está enfadado o frustrado. Esto puede significar una gran diferencia en el equilibrio de tu cuerpo.
5. Realiza ejercicios de relajación: practica meditación, qigong o yoga.
6. Mantén unas rutinas horarias: conviene seguir unos horarios para levantarse de la cama, las comidas, el ejercicio, el descanso, el ocio y sobretodo a la hora de acostarse.
7. No utilices dispositivos tecnológicos con pantalla antes de ir a dormir.
“Cuando hay un desequilibrio interno y el cuerpo
está utilizando recursos esenciales para corregir tal desequilibrio,
una persona no es capaz de dormir.”
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Patricia Malumbres