Ya estamos aquí de nuevo, tras un interesante juego con las palabras “equilibrio” y
“bienestar”, llegamos a esta frase: “El bienestar es el equilibrio entre las dimensiones que
forman el ser humano y entonces es cuando el todo es mayor que la suma de sus partes.”
¿Y ahora qué?
Si, si perfecto ya tengo claro lo que es bienestar y tal vez el equilibrio y………..
¿Cómo lo consigo?
¿Puedo acaso cambiar el medio ambiente?
Y ¿Cómo sabré cual es mi parte espiritual?
No tengo claro con eso de las emociones ¿cómo lo haré?
¿Y la mente, tiene que ver con el cerebro, es él que piensa?
¿Conozco lo suficiente a mi cuerpo?
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Tal vez si conocemos un poco más de cada una de las partes o propiedades del sistema
holístico al que estamos llamando “ser humano” y teniendo en cuenta que es el sistema
como un “todo”, el que determina cómo se comportan las partes…………
Podremos responder a alguna de las muchas preguntas. (Me estoy acordando de mi madre
cuando explicaba lo mucho que preguntaba de pequeña, jajajaja).
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En estos momentos dejo a un lado el “juego de palabras” y voy a escribir de un modo
absolutamente personal, de cómo a lo largo de mi vida personal y profesional ha
evolucionado mi idea del ser humano desde la visión holística.
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Durante toda mi vida me he dedicado al servicio de cuidar, a través de mi profesión, que
ha sustentado y a la vez ha sido sustentada por distintos instrumentos y métodos que han
sumado y mucho, a mi “forma de cuidado”.
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Ya antes de terminar mis estudios universitarios, me di cuenta de que no eran suficientes
para “sostener” el cuidado a un ser humano, para mí, mucho más que un cuerpo físico al
que por ejemplo administrar una medicación, realizarle pruebas, etc.
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Ese cuerpo, en ocasiones postrado en una cama, se relaciona, siente, se pregunta, cree,
según lo que hasta ese momento haya vivido. Y todo ello forma un conjunto de partes
conectadas y relacionadas entre ellas, e incluso yo diría dependientes entre ellas.
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Un ejemplo: la percepción del dolor está directamente relacionada con el miedo que se
esté sintiendo en ese momento. Ya en la definición de dolor de La Asociación Internacional
para el Estudio del Dolor: “una experiencia sensorial y emocional desagradable que se
asocia a una lesión real o potencial de los tejidos”, utilizan la palabra emoción.
Entonces…. ¿Son suficientes los parámetros como la temperatura, el hierro en sangre, o el
peso, para equilibrar la salud?
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¡Yo diría que NO!
¿Y por dónde empezamos?
¿Cuál es el punto de partida de nuestro camino hacia el Equilibrio y Bienestar?
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¿Lo descubrimos?
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Equipo de Equilibrio y Bienestar
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Con Amor, El equipo de Equilibrio y Bienestar.